12 agosto 2013

The Walking Dead 100: el tebeo se hace viejo, pero no se pudre

Estoy muy desconectado de como anda el mundillo editorial en estos lares, pero estimo que ya debe haberse publicado en Castellano el Walking Dead #100 y que ya sabemos quién prometió Robert Kirkman que iba a morir de los originales, es decir, del plantel de supervivientes que se reúne en el primer paperback (equivalente al primer tomo español que recoge un arco de 6 números).


El asunto era una manera de celebrar la llegada de la serie a una numeración de tres cifras, y tranquilos que no lo voy a revelar por si acaso. Walking Dead (Los Muertos Vivientes en el tebeo aparecido aquí) es una de esas series donde el destripe (spoiler) no puede servir para generar interés como hice hace poco con ''Apocalipsis Z'' aquí, sino que realmente hace perder algo de la serie y te roba gracia al asunto.

Ya hay una serie de TV (mejorable y están en ello) y hace años que aparece el cómic en nuestro idioma, así como hable de él entusiasmado hace años, antes de que nos llegara en mi viejo blog de Cultura Heterodoxa (no hay link, chapado y offline) ¿en 2005?, así que esto es un mero post palmadita en el hombro sin destripes para alabar el trabajo hecho y terminar de convencer a quien se pueda resistir a estas alturas, al que se haya desencantado o el que crea que le pueda valer con la triste serie.

Kirkman ha hecho un trabajo estupendo en cien números y sigue haciéndolo. Es complicado mover y hacer funcionar algo así, porque está el terrible factor del desgaste. Por un lado, ya los zombos no son tan horribles ni dan susto ni los personajes son gente a la que puedan pillar desprevenida fácilmente (y, acertadamente, son menos prolema y salen menos). Por otro, estos mismos personajes lo han pasado tan mal a estas alturas, que no van a funcionar las subtramas de desgaste psicológico (llamadas de teléfono fantasma ¿captas?). Por último, ya estamos hechos (nosotros, no los personajes) a que la gente muera y de manera nada heroica, por accidente, despiste y cutrez. Siempre de forma fácilmente evitable.

Pero funciona y sigue consiguiéndolo Kirkman. Hay que leerlo para comprenderlo. La serie ha tenido ya muchos avatares, hemos tenido ampliaciones de plantilla y reducciones sorpresivas del reparto por defunción, incluso alguna masacre brutal entre habituales. Han creído encontrar algo seguro y las cosas no iban a funcionar tan bien o acabar en desastre. Ya se ha jugado la carta de que el mayor enemigo en un apocalipsis zombo es el humano (de hecho, ya es el clímax del primer arco, núms 1 a 6) y sigue con ello, solamente que este motor de historias es cada vez más claro. Esta vez el enemigo es el mismo pero distinto, más grande, (y eso que los malos llegaron a usar un tanque antes, pero siguen siendo desafiantes) y tenemos por vez primera política entre comunidades de supervivientes.

La serie, en vez de ahogarse siendo reiterativa; maneja los mismos elementos desde el principio pero en distintas formas de desenvolverse y combinarse, eso es un buen trabajo de guión y así funcionan los géneros. Es posible, notar algo de agotamiento, pero creo que es cosa mía. Kirkman nos las sigue jugando, así que cuando creo que sé por donde va y se repite, me la juega y va por otro lado con una salida insólita. Sigue sorprendiéndome y para ello hace cosas más hábiles que tornar a los buenos en malos o humanizar a los malosos mientras va matando gente entre medias dejando continuarás (que es la gran técnica alabada por legos de G.R.R. Martin).

Si dejaste la serie sintiendo que no podía ir por derroteros nuevos o huyendo del impacto de las (terribles e inmisericordes) bajas de tus personajes favoritos, vuelve a darle una oportunidad y retomarla. No vas a encontrar nada mejor en cuanto desarrollo en esta categoría de zombos (es decir, romerianos y sin hi-tech ni tetas, el rollo contrario Resident Evil).

Iba a terminar sin sacar a colación por qué hay que leer el cómic a pesar de ver la serie (o incluso evitarla). Las razones son sencillas. El tebeo tiene:
  • Más definición y complejidad de personajes (que no es malo)
  • Más gore (cosa que en la serie todos agradecen)
  • Más ritmo (¿no te dormiste en la segunda temporada?).
  • Más incorrección política (me resulta fascinante como pueden reventar cabezas pero no liarse dos personas que se doblan la edad)
Siendo francos, la serie de TV tiene cambios que más bien tergiversan el original, algo parecido a lo que pasó con la peli de ''Kick Ass''. Hay que leer Los Muertos Vivientes por una razón de satisfacción plena, de no quedarte a medias sin ella. La diferencia entre el tebeo y la serie de TV en este sentido es como la que hay entre hacer el amor con la mujer de tu vida y tocarte en un pringoso peep show. Quizás es hasta más grande la diferencia. Hacedlo. No me veréis habitualmente tan seguro de algo. En serio.


La serie frente al tebeo es tan verosímil y dramática como esta imagen. Avisados estáis.

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