18 octubre 2013

The Body Snatchers (1993) y demás Ultracuerpos

Entre todos los zurullos que he andado viendo últimamente, le tenía echado el ojo a los ultracuerpos de Abel Ferrara. Es una cosilla que andaba por casa en su tiempo en la cole de VHS (más de 6000 tras uno de los últimos inventarios) y que no encontraba el momento de ver, estaba por llevarla a casa de Miki (gran lugar de visionados), pero siempre surgía algo con más tirón por el que teníamos genuino interés y cuando echabas mano... joder, había miles de pelis por casa, en el armario, en las estanterías, en las zonas de paso donde se acumulaban... apiladas en el trastero... como pa encontrar ná.

Tampoco había Internés y no estaba al tanto de quienes andaban detrás de esto, así que me enteré de que mal hacía no viéndola a finales de los 90 con los libros temáticos que salieron como setas cuando la cosa se puso de moda. Al final la he localizado y podido verla. A saber donde acabaron las videocasettes y mi original de Spectreman pa dárselo a Victor Olid.


¿Quién estaba tras esto? Pues ya he mentado al Abel Ferrara mismamente, un tipo que nunca ha hecho una peli de renombre que elogien de sobresaliente, pero es que echas memoria y hace lo más parecido a hacer género con estilo propio y colárselo a los de Holywood como pelis normales (que es de lo que vive Tarantino, por cierto) Hasta una de vampiros tiene, y de Teniente Corrupto no digo nada que ya tengo un texto escrito desde agosto a sazón del remake pa publicarse. El otro pájaro a tener cuenta es Stuart Gordon, el hombre ninguneado al atribuirse su talento a Brian Yuzna en Re-Animator (pese a lo que digan, gran adaptación de Lovecraft) y papá de Dagon (ídem, y un día de estos las defiendo a ambas), aunque mi favorita por truculenta es From Beyond que aquí llamaron Re-Sonator (genialmente iventado en cutre english, marcando el cariz de una exploit de Lovecraft haciendo exploit del éxito videoclubbero de la anterior, echándole cara). Vamos, que el hombre da mierda de la buena y se ha demostrado al paso de los años que no, que el que es un manazas es Yuzna. Él hace serie B limitada y explotadora, pero ocurrente y con buen temple. Así que tenerlo en producción, aunque sólo fuera ahí; pues era algo más a llamarme a la peli.

¿Y está bien? Pues... no, yo no diría tanto. Vamos a ver, La Invasión de los Ladrones de Cuerpos de 1956 fue una estupenda adaptación (y algo desconsiderada para bien) del libro original, que tampoco era muy original. Yo la que recuerdo con especial cariño es La Invasión de los Ultracuerpos de 1978, era un niño sorprendido por los efectos, el mal rollo general (la historia era de pesadilla infantil) y el estupendo reparto, ese Donald Sutherland ofreciendo caca de rata, o ese Leonard Nimoy haciendo de ser sin sentimientos (anda que se fue muy lejos tras hacer de Spock), o Jeff Goldblum (mi actor fetiche) o el final malrollista... (¿Por qué estas pelis tienen que acabar bien ahora?). La verdad es de niño me impactó y podría ser ejemplo de manual de lo que es hacer un buen remake ampliando y actualizando un original.

Puede que me encuentre con que alguno no sepa de que les hablo, así que introduzco un poco. La cosa va de que tus cercanos se comportan raro, algo así como poco emotivos y desmotivados, de un día para otro y parece ser que tiene que ver con unas plantas que les suplantan y que se dedican a quitar de enmedio a la peña pa ponerse ellas. Trabajan al unisono y discretamente, así que quien sospeche algo o tengan a mano, al día siguiente, tras poner una cerca de ellos mientras duermen, ya está convertido en uno de ellos.

Diversas opiniones venidas del análisis sesudo de este tipo de pelis (sí, parece una contradicción en sí misma: lo es) vienen a decir que ya en su origen todo aquello era una metáfora del comunismo visto en tiempos del McCarthismo; ya que en los tiempos de la llamada caza de brujas, contemporánea a la primera peli, iban señalándose con el dedito diciéndose comunistas y estaban las autoridades pendientes de que simpatizantes con Stalin se escondieran entre nosotros para hacer cosas malas como quitacolumnistas. No hagáis ni caso.

Ni la serie B en particular ni la cultura pop en general suelen articular criticas ni mensajes y cuando lo hacen, se nota y se nota mucho. Sin sutilezas. Lo que viene a pasar es que por un lado absorbe de lo que le rodea en su tiempo, no solamente de otros productos, y viene a soltar algo entonado con ellos con el fin de que no rechine y pueda conectar con el consumidor para ser fácilmente fagocitado. Una de mis pelis birria amadas es Species, que tampoco es un alegato sobre el SIDA como se dice, sino que venia a conectar la agitación y miedos de su tiempo a tener un polvo fácil sin preocuparte y desgraciarte la vida porque la gente puede estar muy buena pero no sabes como andan por dentro... Y en este caso estaría más que cogido de los pelos porque cualquiera que haya visto un puñado de pelis de estas sabe que cuando la gente se aparea muere, pero en fin. Tampoco El Hombre del Cerebro Atómico viene a ser una metáfora de nada ni crítica alguna de la disuasión nuclear, hombre. Solamente son hijas de su tiempo y lo que se mascaba entonces.

He visto esos anuncios o docudramas, esos cortos previos a las pelis para avisar al pueblo americano sobre los quintacolumnistas, dotados con esos mensajes alarmistas y tufilllo amarillista que se gastan ¡Están entre nosotros! ¡Su vecino puede ser uno de ellos! esto inspira sin tener que estar de acuerdo con el senador McCarthy o no, ni hace falta planteárselo para parir un guión así y tampoco saber qué es eso del comunismo... y por estas razones, el argumento podía funcionar en el 78 tan ricamente.

¿Podía funcionar ya en los 90 en que ya no quedaba ni comunismo agresivo? Claro, pero hay que hacerlo bien. En la del 78 aumentaban el plantel de protas y su tiempo de escena, ganaban presencia los efectos especiales, se nos dejaba ver los rudimentos de la conspiración en marcha... y aquí, el presupuesto no da para mucho, aunque intentan adaptarse.

La novedad es que ahora todo sucede en una base militar norteamericana en suelo patrio, que tienen kilómetros y kilómetros y hasta sus urbanizaciones para la familia dentro. Supone un entorno donde es más difícil salir, donde hay más armas, una sólida jerarquía y donde puedes estar incomunicado con el exterior. Lo que no viene a ser mala idea. Algunos reseñistas de la peli han señalado hace años que si un soldado es una planta sin sentimientos igual ni sus compañeros lo notan.

Lo malo es que vemos casi todo en almacenes, la urbanización y decorados simplones que no nos dan la idea (o lo pretenden) de estar en una base militar, aunque sale una verja y ni enfocan que se ve a través para no delatarse, si mal no recuerdo. La cosa arranca cuando un químico civil se lleva a la base a su familia para comprobar si cumplen las condiciones de seguridad unos residuos almacenados (tampoco sabemos de qué y por qué). Lo mejor que puedes hacer con materiales tóxicos es meterlos en una base militar, total, si allí no hay peligro de que haya explosiones, sabotajes ni ataques terroristas, que gran idea. Aunque claro, recordando la tesis de Return of the Living Dead de que la peli de Romero era basada en hechos reales y que los militares guardan residuos que hacen a la gente zombie, aquí podríamos tener la excusa argumental para que los de Asylum se montaran la peli exploitation de Plantas (ultracuerpos) contra Zombies que todos estamos esperando (y temiendo).

Pero volvamos al tema. Alguna gente de allí es raruna. La adolescente hija de la familia se topa en el servicio de una estación de ídem a un militar que le dice que están por todos lados y nos suplantan cuando dormimos. Visiblemente alterado y con un cuchillo, la escena está desprovista del mal rollo que puede dar habiendo una menor de por medio. Bueno, meter adolescentes de por medio podría haberse pensado como original, pero no sirve de mucho desaprovechado (hay escena de tensión en bañera inocua). Otro raruno es el ¿médico? de la base, del que ahora hablaremos.

La del 78, el padre de Jack Bauer y spoiler gordo

El caso es que empiezan a suplantar al personal y cosa es de traca. Si los aliens andan tomando la base, ¿por qué no lo hacen metódicamente? Si personal civil va a pasar por allí, cosa progamada que no les pilla por sorpresa ¿por qué no fingen del todo o convierten rápidamente a toda su familia para mantener su secreto? Pues no hacen una cosa ni otra, sino a medias las dos. Primero lo intentan con el niño, luego lo consiguen con la mujer y esperan que el resto de la familia no se de cuenta.

Sin que tenga más sentido que todo lo anterior, un joven piloto de helicópteros se lleva a la hija de farra por ahí. Bueno, antes había menos mujeres soldado, pero ¿tan necesitados están? y esto permite que cuando las cosas se ponen feas pueda contar con un militar a su lado y un plan: mangar un helicóptero de combate. Pero no mojan.

Desgraciadamente, entre presupuesto y falta de arte para menear los elementos, tampoco da para mucho provecho. El militar no apenas pega tiros (y malogra una escena de tensión con el padre en este sentido, por cierto), no vemos enfrentamientos masivos entre un bando y otro en la base (habría molado la base en emergencia, aislada del exterior y como en un motín militares luchando unos contra otros). Misteriosamente, luego si tienen presupuesto para unas cuantas explosiones. Eso de que es complicado diferenciar a un humano de un alien sin sentimientos si es un militar es anhelo (paja mental) de los comentaristas queriendo sacar algo de la peli, porque no se juega con ello y por haber, hay un personaje que me huelo que en un borrador anterior del guión era lesbiana y había bromance antes de que lo quitaran, porque si no, no sé por qué es así y tan amanerado en términos de caracterización. Solo aparece en escenas puente para articular un par de detalles, y podría haber tenido más metraje el militar pasándole a él sus funciones.

La peli que nos ocupa. Sí, las conspiraciones son odiosas.

No tengo muy fresca la de los setenta, prefiero que siga así con el buen recuerdo de pelis perturbadoras de mi infancia, pero creo que ésta tiene muchísimo peores efectos especiales. Estamos en tiempos anteriores al CGI y al menos quedan simpáticos, y con ello vengo a decir que hacen sonreír con un poco de vergüenza ajena. Básicamente son hilillos mal meneados, y moldes de personas que se quedan chuhurrías por medio de látex. La pena es que se nota en uno y otro caso que alguien tira de ellos, pero de forma muy evidente. Hay una caída a gran altura... ay, cthulhu, pero que sí es de auténtica pena.

La verdad que es mucho peor de como me la había imaginado, pero no llega a niveles de cutrez con dinero que se hacen aburridas como el remake de Noche de Miedo/Fright Nicht con Colin Farrel que no salva ni un Doctor Who de los mejores haciendo de secundario cómico. Tampoco llega a ser algo en que notas que habrá amor, pero impostura en cuanto es algo hecho fría y cerebralmente como la nueva Evil Dead, y tampoco es algo que, mira, se deja ver pero ves que no consiguen ni el ritmo, ni la emoción ni nada para todos los medios como Hermandad de Sangre (donde lo único que puedes recordar es a Carrie Fisher con una recortada y es fanservice a conciencia y falso).
A diferencia de todas estas pelis olvidables, ésta, sin dejar de serlo, al menos tiene genuina textura de serie B con su forzada manera de actuar del personal, su acelerado recorrido (poco más que una hora y veinte créditos incluidos) y que igual solamente puede verse con algo de sentido y sin asco porque sabemos que historia nos están contando y lo sabíamos ANTES de verla. Pero no tenemos ni la sensación de conspiración sin tener donde escapar, ni la tensión del saber no poder dormir y que es una carrera que no puedes ganar, ni nada. Más bien hay referencias que vienen a ser guiños con las anteriores o es que tampoco han sabido jugar bien con estos elementos. Ferrara no es un genio, pero esto se lo debe haber re-montado alguien que le odie.

Lo de los suplantadores humanos introducidos en la sociedad es toda una corriente en la ciencia ficción, podemos rastrearlo hasta la novela Amo de títeres según los especialistas, y lo tenemos en Invasores de Marte (original y remake ochentero), el clásica serie Los Invasores, en la malograda serie Invasión (donde me tenía fascinado el sheriff con su capacidad de mostrarse ambiguo ¿era malo?) y a pesar de los altibajos del Cine de género según cual y qué década, no nos han ido faltando exponentes. En la pasada tenemos otro remake con Nicole Kidman (bueno, ya la veré, ni prisa ni ganas) y salió muy bien parado el asunto en The Faculty, con su punto políticamente incorrecto (como deben tener estas cosas, más por conectar que por denunciar, pero está) como las bondades casuales e inesperadas del uso de drogas. Lástima que siempre aparezca un gurú o pope queriendo ver en estas pelis y estos detalles cosas que ni hay ni que son.

Con esta peli, una más (y nada importante) de todas estas de suplantadores, los únicos dos momentos donde han llamado mi atención es cuando tenemos bello púbico (y con alegría, que ahora parece que todo el mundo se rasura) sabiendo que eso inmediatamente fastidia la calificación por edades; y cuando Hay pezones, los de la supuesta adolescente, pero apenas se ven y en otra escena se maquillan para que no se vean como hacen en Species 4. Los efectos poco iban a atraerme contando ya como son, y tampoco es que se pueda ver la peli buscando carne. Es extraño que haya presupuesto para unas cosas como hacer volar un helicóptero y otras no, o que parezca que pretendían llevar esto canales normales y muestren felpudos. Habrían hecho mucho mejor haciendo la peli a un ritmo más lento y atmósférica como son las otras de las que hace remake (y sin nada de truculencia) o enseñar más carnes y si los efectos son cutres, al menos poner sangre y gore cutre con alegría. Pero ni una cosa ni otra. Muy fallida, funciona como peli de lote de alquileres para pasar un domingo, eso sí, con varias más por el estilo haciendo maratón. La verdad es que si al final la hubiera visto en un hueco que pillara con Miki solo en casa, me habría pasado como con Abierto Hasta el Amanecer 2, que la vimos un domingo de los noventa y yo creía que no hasta que la vi el mes pasado y a media peli me acordé. Así de olvidables son ambas.

¿Algo aprovechable? Sí, dos cosas, el ver que bien funciona siendo tan poca cosa y tan mejorable. Eso demuestra que cantidad de mierda y mal factura hay a patadas. Lo segundo es disfrutar de Forest Whitaker en una escena funesta donde el oscarizable tiene que contar que sabe lo que está pasando, que no hay escapatoria, que anda to endrogao para no caer en sus redes, todo junto y atropellado, esnifando mientras agita una pistola y grita en una escena sobreactuada, mal llevada, que da una mucha risa (supongo que el doblaje videoclubbero tampoco ayuda) y que parece hecha a medida del universo particular drogasitico, irreverente y políticamente incorrecto que se montaron sin querer en el extinto programa de radio La Hora de Ving Rhames. Iniciados en éste sabrán apreciar este momento-despropósito.

¡Esta noche manda mi pollaaarhg! (chiste para iniciados)

En verdad, me he divertido mucho más haciendo esta divagación con la peli que viéndola, y apostaría que este tochaco os divertirá más que su visionado. Así que si has leído en diagonal llegando aquí para ver si al final digo de verla o no, mejor que no te molestes. Pero oye, que bien nos lo hemos pasado con el post (al menos yo).


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